Tras el hallazgo de una osamenta encontrada en una fosa clandestina el pasado lunes 14 de septiembre, cerca al río Chucará en la comarca Ngäbe Buglé, se conoció que la víctima se mantenía bajo una capa de piedra atado de pies y manos, mientras su cabeza estaba cubierta con un trapo.
Los detalles surgieron luego de la exhumación de los restos óseos que hasta ahora no se descarta se pueda tratar de un ciudadano de nombre Benancio García de 38 años, quién permanece desparecido desde el mes de agosto de 2019.
Se conoció que familiares de Benancio Ábrego ya se sometieron a la prueba de ADN para que peritos forenses del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses determinen si se trata o no de esta persona, que presuntamente fue víctima de los miembros de esta secta religiosa que operaba en Llano Amador en la comarca Ngäbe Buglé.
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Lo mandan preso por homicidio
Tras el hallazgo de esta osamenta el Ministerio Público presentó ante un juez de garantías la mañana de este sábado a un ciudadano identificado como Guzmán Sibala de 37 años quien se le imputó cargos por los delitos contra la vida e integridad personal (homicidio agravado).
Durante la audiencia se legalizó la aprehensión y se aplicó como medida cautelar la detención provisional siendo enviado a la cárcel de varones ubicada en el corregimiento de Chiriquí.
El fiscal adjunto de homicidios y femicidios en representación del Ministerio, Bolívar Espinoza, señaló que a dos personas más se tenía previsto que se les imputara cargos por este delito; sin embargo algunas coordinaciones con el Sistema Penitenciario no permitieron la salida de los mismos, por lo que en los próximos días se solicitará la misma.
Cabe resaltar que los otros dos masculinos a quien el Ministerio Público busca imputar cargos por el delito de homicidio tras la osamenta encontrada, ya se mantienen privados de libertad por los delitos de violación y maltrato al menor en perjuicio de niños entre los 10 y 12 años.
El hallazgo de la osamenta se dio luego de que un testigo en la comunidad de Guayabal en Ñurum, señalara el lugar exacto donde había sido enterrada esta persona asegurando que se trataba de Benancio García quien presuntamente y para los integrantes de la secta se mantenía hechizado y se convertía en diferentes animales.
Al momento de la exhumación la víctima se mantenía encima de una capa de piedra amordazado de pie y mano, con el rostro cubierto con un trapo, encima del cuerpo otra capa de piedra y posteriormente gran cantidad de tierra, donde sus homicidas buscaban ocultar lo sucedido.